Cuento de hadas

Hace mucho, mucho tiempo, cuando los humanos vivian en grandes urbes abarrotadas de gentes errabundas y tristes, se contaba esta historia, una historia de putas y drogadictos, de pobres, y inmigrantes, de huerfanos, y fugitivos, de viejos y delincuentes.

Cuentan que habia un joven, que hacia mucho que no veia a sus padres, vivia en las afuerras de la ciudad, en una barraca echa por el con lo que encontró por la calle, algunos decia que estaba loco, otros que la vida lo habia echo asi, en todo caso, no era normal. Ese chico, vagaba por la ciudad buscando algo que vender para poder tener algo que llevarse ala boca, y una vez al mes, sin falta acuida al medico a por recetas. Verdaderamente estaba mal de la cabeza.

Una noche mientras volvia a su barraca, se encontro con una puta tirada en el suelo. Se acercó. Esa mujer que yacia delnate suyo era la mujer mas bella que nunca habia visto, largos cabellos negros lisos y brillantes, unos bonitos ojos azules, aunque ahora estaba rojos a causa de la sangre, unos rasgos suaves y la piel blanca y joven, unas curvas sinuosas, acentuadas por la poca ropa que llebaba. Tenia la nariz rota y su minuscula ropa llena de sangre, la cojió y se la llevo.

Una vez en su casa aquel chico la cuidó como si de una delicadisima flor se tratara intento limpiar las manchas de sangre, le lavo la cara, y le curo tanto como pudo aquella preciosa nariz ahora rota. Cuandoi la chcia desperto chilló asustada al ver donde estaba y salio corriendo sin previo aviso. El chico no tuvo tiempo a decir nada. Y sin casi inmutarse un pensamiento le vino a la cabeza "la podria haber tratado mejor"

Dia tras dia aquel chico volvia al sitiop donde encontro a aquella puta tan bonita, y poder hablar con ella, decirle lo mucho que le gustaba, e incluso pagarle, no para follar, sino para poder estar con ella. Nada no habia ninguna persona, solo un poco de sangre reseca, lo unico que le quedaba de ella.

Asi como si de cenicienta se tratara al despertar se marcho corriendo como si fueran las 12, y el pobre loco se quedo solo en su barraca.

Y como de costumbre una vez al mes iba a por recetas, verdaderamente estaba loco.