2 de noviembre de 2008

.

Otra vez nos volvemos a encontrar, las letras y yo, otra vez acudo al mismo sitio a llorar escondido detrás de caracteres negros, que a modo de mapa muestran mi interior.

Ha pasado mucho tiempo, muchísimo, desde que sentí este miedo atroz, un miedo sin parangón, ahora que tu ya no me cobijas, que he dejado de sentir tu carne, a probar solo el viento. Vuelvo a tener frío, mucho frío, he perdido el apetito y las ganas de hacer cualquier cosa. Ese aliento que tenia, y que con duro trabajo conseguí, se va. No lo puedo soportar, me maldigo una y otra vez, porque no entiendo la situación, escapa a mi control. No se que hacer, que decir, ni donde ir, desgraciadamente estoy solo, es lo que siempre se dice y que casi nunca es verdad, casi nunca...mierda, soy la excepción.

Esperar, solo puedo esperar, cada minuto que pasa es peor que el anterior, muero por dentro, solo puedo quedarme tendido en la cama, ajeno a que el mundo sigue fuera, esperando esa respuesta, que tanto me hace pensar. Dios, nunca imaginé que me podría pasar, y que estaría tan asustado, que ni siquiera puedo salir al mundo exterior. Es comprensible, se va mi vida, se va lo que un día hizo que me quedara aquí, algo demasiado importante por lo que merece la pena luchar. Una lucha que me deja exhausto, una lucha en la que solo hay vencidos en mi interior.

Es como si intentara coger agua con las dos manos, siempre se acaba escapando entre los dedos, y lo único que queda es la humedad de lo que antes allí sujetabas. Lo miras, y ya no ves nada, solo puedes recordar, y llenarlo de lágrimas.

No hay comentarios: