
Y se acabó, me quito la ropa vieja, sucia, y la cambio por otra nueva, sin manchas. A seguir un día mas, para morir otra noche en el mismo sitio. Me preparo para el destino, para llegar a mi altar donde otra vez voy a ser despiezado metodicamente por una nube negra sin forma, babean te y con mil miradas distintas. Aunque no todas las muertes son iguales, aveces le tiembla el pulso, otras juega como lo hace un león con su presa, otras se lanza enloquecida. Pero, que mas da la forma, el resultado es el mismo, el mismo cuerpo, la misma sangre. Y otro día más.
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