El miedo, las dudas, la fatiga y a veces la desidia nos atacarán pero eso es normal, yo se que tú eres fuerte y no dejarás que te lastimen. Pero si alguna vez te superan no pasa nada, puedes volver a donde yo estaré, sentado, a un lado del camino.
Cuando te asustes, pequeña, no te vayas sola. Los caminos se volverán paredes de cristales rotos pero no pasa nada. Deja que te suba en mi espalda y mientras trepo con las manos desnudas, tú sueña plácidamente mientras que tus cabellos mecidos por el aire escriben poemas, en mi espalda.
Como ves, no es un camino fácil pero si queda llama en tu corazón sabremos donde van nuestros pasos. No tengas miedo, toma mi mano y adelante.
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