LLantos, caras tristes, cortinas rojas, ataudes de madera, palabras religiosas, gente, sentimientos, una misa de requiem...No necesito nada de eso, me basta con 2 monedas de plata... Mi amigo Caronte, bartquero del inframundo, guia de almas, segador de ilusiones, trsite barquero, alma solitaria, tu seras la ultima persona que me ayude, mi muerte proxima me lo susurra, la parca me espera entre las sombras para segar esta inmunda vida con un frio reves.
Un hombre puede luchar con su destino hasta que este se le es revelado. No hay salida.
Un alma que vaga en pena entre compases de piano, tristes lamentos echos musica, musica deliciosa, musica que si oudiera llorar me arrebataria una lagrima, Cordura echa sonido, si no fuera por ella ya estaria loco en un mundo donde no hay cavida para estos.
Mi viaje por el rio estigio empieza, solitaria en la barca, con un barquero trsite y sombrio el cual no intercanvia palabra alguna, largo es el camino lleno de almas que se aferran para encontrar un destino mejor que vagar por un rio lleno de amargura, yo solo pienso, pienso en lo que hize en vida, en que no supe vivir, pues naci sin esa capacidad. Ahora sueñ, con verdes prados y bonita musica en el aire, petalos de cerezo que dan aroma a un viento suave y calido, un arroyo con un agua tan pura en la que me eva reflejado sin maldad, en que me pueda mirar sin apartar la vista, un lecho de flores en el que pueda descansar y cerrar los ojos en paz, un lugar donde sepa descansar y pueda covertirme en un sueño eterno.
Solo me bastan 2 monedasde plata...
1 comentario:
Te has aferrado a que tu fin de los días es próximo. Pero cuando a alguien su futuro le es revelado es como un intercambio, un pacto. No podrá hacer nada para evitarlo, pues eso ya está escrito en lo que vio...
Pero también es cierto el que el futuro se lo construye cada uno a partir de las decisiones que toma. Los caminos (como bien dice Machado y concuerdo) son como la vida, según qué escojas te irás hacia un lado u a otro.
No te nigo, que todos los caminos lleguen a Roma, pues la muerte es lo último que padece cualquier ser.
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